Elaborado por: Raquel Villafuerte Vega, académica de TCU
Cada cuatrimestre cientos de estudiantes de la Universidad Técnica Nacional (UTN) se insertan en diversos espacios comunitarios, con la intención de desarrollar proyectos solidarios, orientados a la atención de necesidades expresadas por las poblaciones con las que conviven. Este proceso es conocido como Trabajo Comunal Universitario (TCU) y permite al estudiantado alcanzar objetivos de aprendizaje académico y de servicio a la comunidad.
En el marco del TCU 501 Desarrollo de la Inteligencia Emocional en población joven de Alajuela, cinco estudiantes de la Sede Central, desarrollaron talleres lúdicos con estudiantes de la Escuela Holanda (ubicada en el centro de Alajuela), en los cuales abordaron temáticas que fomentaban la sana convivencia de la población escolar.
Además, en atención a las necesidades expresadas por la bibliotecóloga de la institución, Karla Torres Vargas, con la intención de complementar el proceso realizado con los niños y niñas, se desarrolló una charla dirigida a los padres y madres vinculados a la institución.
Para dicho fin se contó con la colaboración de Mary Salazar Hernández, coordinadora de la Subárea de Trabajo Comunal Universitario de la UTN y cursante de la Maestría Académica en Educación con énfasis en Orientación Familiar de la Universidad de Costa Rica, quien facilitó la charla denominada “Entre el Amor y el Poder en las Familias: Algunas recomendaciones para una crianza amorosa y de firme autoridad”.
Entre las temáticas que se abordaron con los padres y madres de familia se destacan las siguientes:
- Las interacciones como principio básico de todas las familias.
- Relaciones de poder basadas en el amor.
- El desafío de estar vinculados y ser independientes
- Algunas recomendaciones respetuosas para una crianza amorosa y de firme autoridad
La organización del espacio y la coordinación entre las diferentes partes, estuvo a cargo de Yulieth Alpízar Gómez, Abril Chaves Otzoy, Alonso Montoya Pichardo, Tabata Pérez Artavia, Jailene Rojas Aguirre, estudiantes del TCU mencionado, poniendo en práctica diversas habilidades de organización y socioemocionales que han adquirido mediante su formación universitaria.
Experiencias como estas fortalecen la relación entre la Universidad y sus comunidades de influencia. Además, se confirma que la formación técnica debe estar complementada con formación humanística, lo cual permite construir espacios de desarrollo humano integral.