Glenda M. Chacón Hernández
Encargada de Mercadeo y Comunicación de la Sede de San Carlos
Actualmente el país esta afrontando grandes desafíos a causa de la emergencia nacional por el COVID-19 y sin duda uno de los sectores con mayor afectación es el turismo.
Es por esto que las empresas hoteleras de la Región Huetar Norte, el Instituto Nacional de Aprendizaje (INA), la Agencia para el Desarrollo de la Zona Norte y la Universidad Técnica Nacional (UTN), encontraron una oportunidad de unión para poner en práctica lo mejor que saben hacer: la educación.
Es así como un equipo humano conformado por Douglas Barraza, investigador y conocedor de Salud Ocupacional, Yesenia Marín, Mauren Rodríguez, y Benhil Sánchez, con el aval del señor Luis Restrepo, decano de la Sede de San Carlos, iniciaron con la adaptación de los Protocolos de Bioseguridad para las instalaciones hoteleras de mediana y pequeña escala, hacia las labores específicas de los puestos de trabajo de la actividad hotelera.
La idea es capacitar a las personas trabajadoras, en los cambios y cuidados que debe tener de ahora en adelante en sus actividades cotidianas, de tal forma que sus labores puedan ejecutarse sin poner en riesgo, la salud de los turistas, los compañeros de trabajo y su familia.
El proyecto consta de varias etapas, la primera es el diseño de las guías por actividad laboral, las cuales fueron diseñadas por profesionales de la UTN con apoyo de especialistas del programa SALTRA (Salud, Trabajo y Ambiente para Centroamérica). La segunda fase es el proceso de capacitación para los especialistas en formación para el trabajo del INA, en las diferentes áreas laborales de un hotel, la cual consta de un curso de habilitación de 20 horas, en modalidad semipresencial. La tercera fase es la capacitación del personal hotelero interesado y por último una fase de realimentación, para la mejora del proyecto. Actualmente se está en la fase de capacitación con 10 formadores para el trabajo del INA.
El señor Luis Restrepo, decano de la Sede de San Carlos, considera que este tipo de alianza fortalece los lazos de amistad entre la academia y el sector productivo local, redundando definitivamente en el mejoramiento de las condiciones de seguridad y sobre todo económicas de familias de San Carlos que dependen de este tipo de actividad.