Sede de San Carlos se une a la limpieza de áreas protegidas

Glenda M. Chacón Hernández, Mercadeo y Comunicación

Carmen Corella Gutiérrez, Encargada del Club de Entomología.

Durante la segunda semana de enero, integrantes del Club de Entomología realizaron la primera gira programada a la Reserva Natural Absoluta Cabo Blanco (creada por Decreto Ejecutivo No. 10, del 21 de octubre, 1963), ubicada en la costa del Pacífico, concretamente en el sector de San Miguel de Cóbano.

Las actividades desarrolladas incluyeron la limpieza de playa -aproximadamente 10 kilómetros-, avistamiento de murciélagos e identificación de insectos. Desde la llegada al lugar, se montaron trampas de insectos utilizando mantas con luz negra y blanca; esta práctica permite identificar y diferenciar entre las dos luces. Se aprovecharon las horas nocturnas para efectuar recorridos por el sitio, en busca de insectos y de una caverna de murciélagos leporinos (algunos de estos mamíferos son pescadores y otros se alimentan de frutas o anfibios como las ranas).

El Administrador de la Reserva, Nelson Espinoza, relató la historia de la reserva, los programas que existen dentro de ella y la importancia que tiene esta área protegida para Costa Rica.

A pesar de que ésta es un área de reserva absoluta y a la que se le presta atención de cuido permanente, mientras se hicieron las labores de recolección de residuos, se encontraron botellas de plástico, piezas en estereofón, suelas de zapatos, redes de pesca, fragmentos de neumáticos de automóviles, envases de almacenamiento de agroquímicos, envases de medicamentos vía oral, entre otros. Por eso, también en una segunda etapa, se separaron según la adecuada clasificación y se dispusieron para ser trasladados al centro de acopio instalado en el centro de Cabuya.

Al finalizar la gira y abandonar el lugar, los participantes Carmen Corella Gutiérrez, Alexis Gonzales Porras, Joseph Rojas Solís, Jeniffer Ríos Miranda, Celia Corrales Chaves, Diego Martínez Navarro, Gloriana Calvo Quesada, Valeria Abarca Arguedas, Oscar Arias Vargas y Josué López Segura, consideran de gran valor este tipo de trabajo in situ, que les permite seguir creciendo en el campo ambiental, además de dar a conocer el trabajo que ellos realizan voluntariamente en el club, poniendo el nombre de la sede y de la Universidad Técnica Nacional muy en alto en este tipo de gestión.