Colaboró con la información:
Kattia Rodríguez Brenes, docente de la UTN
El pasado mes de noviembre, Universidades Nacionales e Internacionales, fueron invitadas a celebrar el XVII Congreso internacional de Innovación y Tecnología en Educación a Distancia 2017, organizado por la Universidad Estatal a Distancia (UNED), al cual la Universidad Técnica Nacional se hizo presente con la participación de docentes de las cinco sedes, en el que se les permitió compartir, aprender, desaprender, y conectarse de una forma muy interactiva e innovadora.
Dicha actividad permitió a sus participantes el alejarse de su zona de confort, ofreciéndoles la posibilidad de salir de los límites de las instituciones y porque no, de sus países, a través de imágenes de lugares mágicos, para apreciar lo que se está haciendo en temas de la educación, la ciencia, la tecnología, así como de la innovación. Lugares que están rompiendo paradigmas, y con ello generando conocimiento que transforma.
Extrapolando estos recorridos a través de múltiples proyectos que se están desarrollando, en los que se recalca la importancia de la inclusión social, la preservación del ambiente, el compromiso y la responsabilidad social. Dejando muy claro que no se puede hacer innovación si no conectamos con nuestro planeta y sobre todo que ¡la tecnología sin humanismo no tiene sentido!
Un ejemplo de esto es lo vivido en lo llamado “Laboratorio Social” en el país de la India, en donde se capacita en el desarrollo de energías limpias. Laboratorios que cuentan con acceso a la tecnología y conectividad. En el que sus participantes son mujeres que viven en zonas rurales, mayores de edad, madres, y que poseen un gran arraigo cultural de su región.
Fue así, que este proyecto les abrió las puertas a tres indígenas costarricenses, de la Zona Punta Burica, y que fueron a ese país por seis meses a capacitarse de forma innovadora, aprendiendo de la forma milenaria, a través de "colores, números, y con el lenguaje corporal", rompiendo así las barreras del idioma. Estudiando el manejo y reparación de sistemas fotovoltaicos, convirtiéndose en Ingenieras solares, y generando con esto la posibilidad de mejora a su comunidad.
“Queda de manifiesto que todos somos agentes de cambio, que está en nosotros el propiciar estos ambientes de la mano con nuestro planeta, ya que las nuevas generaciones demandan otras formas de hacer las cosas, de romper los esquemas tradicionales y hacer mejor uso de su tiempo y espacio”, mencionó Kattia Rodríguez Brenes, docente de la UTN.