Respiración consciente para manejo del estrés

Dra. Dadilia Ramirez Mendoza, coordinadora de Labor Social del Área de Extensión y Acción Social de la Universidad Técnica Nacional, Sede Regional de San Carlos.

Enfermera Especialista en Cuidados Paliativos y Terapeuta Holística

 

El estrés en este momento de nuestra vida es una epidemia mundial y una preocupación de salud pública.

Recordemos que el ser humano necesita de tres cosas vitales para mantener una buena salud, esta triada es: oxigeno (respiración) energía (alimentación) y descanso (regeneración celular). 

Si logramos mantener esta triada nuestro cuerpo va a mantener un balance y por ende nuestra salud no se va a ver quebrantada.  En esta nueva “normalidad” por la que estamos pasando, este equilibrio se ve afectado, ya que, por el estrés, no nos alimentamos bien o no cumplimos con nuestros horarios de alimentación, sufrimos de insomnio o no descansamos lo suficiente.

En momentos de estrés nuestros pensamientos se pueden centrar en remordimientos del pasado y preocupaciones sobre el futuro, ¿qué va a pasar después que todo esto pase?, esa es la gran pregunta que nos agobia.

Por suerte tenemos una herramienta que es gratuita y de fácil acceso que podemos utilizar para el control del estrés y es la respiración consciente.  La respiración, por ser una acción mecánica que realiza nuestro cuerpo, no nos permite percatarnos de que respiramos mal y aún más si estamos bajo estrés.

Esta práctica de respiración consciente es una excelente manera de reconectarnos con nuestro cuerpo, mente y espíritu.

Esta respiración consciente y profunda se puede usar como un ancla para permanecer en el presente y podamos reconciliarnos con nuestra situación actual.

Tenemos dos tipos de respiración 

 La respiración torácica y la respiración diafragmática.

La primera utiliza los músculos de la parte superior del tórax, esta se utiliza en situaciones de grandes esfuerzos como cuando corremos, cuando nos vemos amenazados o cuando estamos estresados.  Este tipo de respiración mantenida por largo tiempo (semanas o meses) tiende a provocar rigidez de los músculos del cuello y hombros, lo que provoca cefalea, trastornos del sueño, bruxismo, fatiga muscular, etc.

La respiración diafragmática es una excelente herramienta para reducir el estrés y conciliar un sueño reparador. 

¿Cómo se realiza?

  1. Colóquese en una posición cómoda, sentado o acostado, con la espalda bien recta.
  2. Cierre los ojos, sienta el peso de su cuerpo en la superficie donde se encuentra.
  3. Escuche todos los ruidos de su entorno.
  4. Inhale profundo por la nariz llevando el aire hasta su abdomen, sienta como se llena de aire y se expande muy lentamente (aquí puede contar hasta 5, mentalmente)
  5. Exhale por la nariz, sienta el aire caliente saliendo por sus fosas nasales, cuando exhala relaje todos sus músculos corporales.

Realice 10 repeticiones de este ejercicio, sienta el aire frio cuando entra por la nariz y perciba lo caliente que sale cuando exhala, siente el movimiento del abdomen como olas.  Esto es una respiración consciente que nos reconecta con el aquí y el ahora.

Inhala amor y exhala gratitud.

Vivamos en el aquí y el ahora.

Les mando un abrazo de luz.