Sede Central realizó evaluación de la Calidad del Agua en los Parques Nacionales Braulio Carrillo y Carara

Colaboró con la información:

Licda. Karina Picado Carballo,

Carrera Ingeniería en Manejo del Recurso Hídrico (IMRH) , Sede Central

 

Con el objetivo de analizar la calidad del agua en dos importantes parques nacionales de Costa Rica, estudiantes de la carrera de Ingeniería en Manejo del Recurso Hídrico (IMRH) de la Sede Central, llevaron a cabo un estudio detallado en el Parque Nacional Braulio Carrillo y el Parque Nacional Carara.

La actividad, realizada bajo la supervisión de la licenciada Karina Picado Carballo, academia del curso de Hidrobiología de la carrera, se desarrolló los días 15, 16 y 27 de marzo e incluyó la recolección y análisis de muestras de agua para determinar su calidad.

El estudio se enfocó en la evaluación de la calidad del agua de una quebrada en el Parque Nacional Carara y dos quebradas en el Parque Nacional Braulio Carrillo, con muestreos en tres zonas de cada cuerpo de agua (parte alta, media y baja). Se realizaron análisis fisicoquímicos y biológicos, incluyendo la identificación de macroinvertebrados bentónicos como bioindicadores de la calidad del agua. Además, se implementó el uso de microorganismos eficientes para absorber contaminantes presentes en el agua.

Los parámetros evaluados incluyeron pH, oxígeno disuelto, demanda bioquímica de oxígeno (DBO), conductividad, nitratos y fosfatos. Estos resultados se clasificaron de acuerdo con el Reglamento de Evaluación y Clasificación de Aguas Superficiales, con el fin de generar una visión integral del estado del recurso hídrico en ambas áreas protegidas.

Los análisis realizados permitieron identificar diferencias en la calidad del agua entre los puntos de muestreo. Se detectaron variaciones en los niveles de contaminantes, así como en la biodiversidad de macroinvertebrados, lo que reflejó el impacto ambiental en cada zona. El uso de microorganismos eficientes demostró ser una estrategia viable para la mitigación de contaminantes, lo que sugiere su posible aplicación en programas de conservación.

Este estudio proporciona información valiosa para la gestión ambiental de los parques nacionales, permitiendo la identificación de posibles fuentes de contaminación y la implementación de estrategias de conservación del recurso hídrico. Los resultados pueden ser utilizados por gestores ambientales para diseñar planes de manejo sostenible y asegurar la protección de los ecosistemas acuáticos.

Este proyecto se alinea con varios de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas, que como Sede Central se desean dar a conocer entre ellos: 

  • ODS 6: Agua limpia y saneamiento: Garantiza la disponibilidad de agua limpia y su gestión sostenible a través del monitoreo y análisis del recurso hídrico.
  • ODS 13: Acción por el clima: Evalúa el impacto ambiental y contribuye al diseño de estrategias de mitigación y adaptación.
  • ODS 14: Vida submarina: Protege los ecosistemas acuáticos a través del análisis de biodiversidad y la identificación de bioindicadores.
  • ODS 15: Vida de ecosistemas terrestres: Contribuye a la conservación de los ecosistemas de agua dulce en áreas protegidas y promueve la sostenibilidad ambiental.

La académica Karina Picado Carballo destacó la importancia de estos estudios, señalando que "el monitoreo de la calidad del agua en áreas protegidas es fundamental para la conservación de la biodiversidad y la protección de los ecosistemas acuáticos. Este tipo de estudios proporciona información clave para la toma de decisiones en la gestión ambiental".

Con los hallazgos del estudio la carrera de IMRH, recomienda el establecimiento de un programa de monitoreo continuo que permita evaluar periódicamente la calidad del agua en estas áreas protegidas. Asimismo, se sugiere la implementación de medidas de conservación, como el control de fuentes de contaminación y el uso de técnicas de biorremediación para la protección del recurso hídrico.

Este proyecto representa un esfuerzo significativo en la generación de conocimientos científicos aplicados a la conservación ambiental y reafirma el compromiso de la academia con la protección de los ecosistemas acuáticos en Costa Rica.